Esta tienda Salvatore Ferragamo es el más grande del mundo y es realmente una de las mecas de Nueva York para los bolsos de lujo, zapatos y pequeños artículos de cuero tanto para las mujeres o los hombres. También lleva una colección de relojes de lujo para los hombres. La tienda principal de dos plantas y cuenta con un portal lleno de tacones afilados y guantes suaves y mocasines de cuero, además de prêt-à-porter para hombre (en la planta alta) y mujeres (en la planta baja) y también repartidos por todo el espacio hay una serie de bolsos de mano, bolsas de cuero y maletines.

El propio diseñador murió en 1960, pero su casa del mismo nombre es ahora conocido por paletas de extraordinarios colores sofisticados y artesanales, y los lujosos materiales con orgullo todo mostrado por pantallas gigantes y brillantes de esta tienda. A lo largo del techo alto, con paneles de vidrio encontrarás maniquíes mostrando ropas con un estilo europeo, desde trajes simples con pañuelos de seda de colores vivos a pequeños vestidos negros y tacones extravagantes de color dorado. Accesorios famosos de la etiqueta, hechos en Italia, son de seda, e importados mensualmente, se muestran con orgullo en los estantes de fácil acceso.

También hay una sala dedicada a la historia de Ferragamo, con fotos de la diseñadora salir con Marilyn Monroe. Allí, la marca muestra colecciones de edición limitada basados en sus archivos históricos.

This Salvatore Ferragamo store (it’s largest) is truly one of New York’s Mecca’s for luxury handbags, shoes, and small leather goods for women and men. It also carries a collection of men’s luxury watches. The two-story flagship store boasts a lobby full of sharp heels and glove-soft leather loafers, plus ready-to-wear collections for men (upstairs) and women (downstairs); a slew of clutches, hobos, totes and briefcases are also scattered around the space.

The designer himself died in 1960, but his namesake house is now known for sophisticated color palettes, extraordinary craft, and luxurious materials—values proudly upheld by this store’s bright displays. Throughout the high-ceilinged, glass-paneled space, mannequins sport swank, Euro-style garb, from simple suits with richly colored silk cravats to little black dresses and crazy gold heels. The label’s famous silk ties, made in Italy and imported monthly, are proudly displayed on easily accessible shelves.

There’s also a room dedicated to Ferragamo’s history, with photos of the designer hanging out with Marilyn Monroe. There, the brand shows off limited-edition collections based on its archives.