El detallista de Hong Kong, Blanc de Chine, que literalmente significa “Blanco de China”, trae una elegancia oriental a su tienda de la Quinta Avenida con la arquitectura fluida emblemática de la moda de con su inspiración zen. El nombre Blanc de Chine también se refiere a los ocho elementos de la sencillez, serenidad, armonía, pureza, sutileza, sensualidad, funcionalidad y confort. La compañía busca fusionar diseños y artesanía con los valores chinos, con tejidos occidentales, el estilo y la tecnología.

Una amplia ventana de dos pisos cargado de bambú invita a los compradores a este espacio tranquilo. Una vez dentro, (principalmente) las mujeres encuentran renovadas piezas chinas que cuelgan en las paredes de la planta principal, desde vestidos modernizados Qipao pero a la moda cómodas chaquetas “cuero” de seda y faldas. Una serie de cubos de visualización que corre a lo largo de la tienda presenta artículos más pequeños con madera tallados a mano como, bolsos; bufandas raras, Vicuña, y la joyería de intrincado diseñado.

Subiendo la escalera en espiral, los hombres aventureros que buscan hacer una declaración de moda pueden elegir entre una variedad de chaquetas de traje mandarín actualizado para el gusto americano. Cada prenda está hecha de la más fina seda o cachemira. La parte más armonioso es el enfoque de la tienda a la moda, cada pieza se marca con un mini-tutorial sobre los principios rectores de Blanc de Chine: sencillez, serenidad, pureza.

Este distribuidor exclusivo de vez en cuando lleva a cabo su propio desfile en el mismo lugar, además de ser un participante todos los meses de febrero y septiembre en el “Fashion Night Out”.

Hong Kong–based retailer Blanc de Chine — which literally means “White of China”—brings an Eastern elegance to its Fifth Avenue flagship store with fluid architecture and Zen-inspired fashion. The Blanc de Chine name also refers to the eight elements of simplicity, serenity, harmony, purity, subtlety, sensuality, functionality, and comfort. The company seeks to fuse Chinese values, designs, and craftsmanship with Western fabrics, styling and technology.

An expansive two-story window beckons passersby into the bamboo-laden, tranquil space. Once inside, (primarily) women encounter revamped Chinese pieces hanging against the walls of the main floor—from modernized Qipao dresses to comfortable but fashionable “leather silk” jackets and skirts. A series of display cubes that runs the length of the store showcases smaller items like hand-carved, wooden purses; rare, Vicuña scarves; and intricately crafted jewelry.

Up the spiraling staircase, men looking to make an adventurous fashion statement can choose from a variety of Mandarin jackets or the popular, updated scholar’s robe. Each garment is made from the finest cashmere or silk, and to further drive home the store’s harmonious approach to fashion, each piece is tagged with a mini-tutorial on the guiding principles of Blanc de Chine: simplicity, serenity, purity.

This upscale retailer occasionally holds its own fashion show on-site, as well as being a participant of “Fashion’s Night Out” every February and September.