El Sherry Netherland Hotel es un hotel de 38 pisos que ofrece cómodos apartamentos ubicado en la esquina de Calle 59 Este y 5ta Avenida, justo frente a la entrada del Central Park. El majestoso edificio es de 570 metros de altura, y se marcó como el más alto edificio de apartamentos en Nueva York cuando se abrió. El edificio dispone de 165 apartamentos que se convirtieron en comunidad de residentes en 1954. Por lo que, sólo 54 habitaciones y suites se ofrecen en la sección de hotel, pero en la torre por encima de la planta 24 hay apartamentos individuales que ocupan toda una planta. Dibujos franceses de estilo gótico y renacentista y el techo con gárgolas disfraza lo que es en realidad la torre de agua del edificio.

Siendo un hotel fundado en 1927, el Sherry Netherland es claramente para aquellos que quieran sumergirse en la Nueva York histórica, desde auténticos frisos de la Mansión Vanderbilt hasta alfombras francesas, pisos de mosaico en mármol por todos lados y candelabros de cristal hechos a medida hace casi un siglo.

Las ofertas actuales incluyen una peluquería, salón de belleza y un gimnasio, así como servicios como un renombrado notario público. Las tarifas altas están moderadas por un montón de extras gratuitos como el agua y refrescos en la habitación y un exquisito regalo de bienvenida de chocolate belga.

The Sherry Netherland Hotel is a 38-story apartment hotel located on the corner of East 59th Street & 5th Avenue (across from the entrance to Central Park). The building is 570 feet high, and was noted as the tallest apartment-hotel in New York City when it opened. The building houses 165 apartments that were converted to co-ops in 1954. There are only 54 hotel rooms and suites, but in the tower above the 24th floor there are single apartments to a floor. The French Gothic/French Renaissance Chateauesque roofline with gargoyles disguises the water tower.

With this hotel opening in 1927, the Sherry Netherland is clearly for those wanting to immerse themselves into Historic New York – from authentic Vanderbilt mansion friezes to hand-loomed French carpets, fro marble mosaic floors to custom-made crystal chandeliers.

Current amenities include a barbershop, beauty salon and fitness center; as well as services like an on-site notary public. The steep room rates are tempered by a slew of complimentary extras like in-room water and soda and a Belgian chocolate welcome gift.